Un nuevo estudio acaba de demostrar una de las dudas más curiosas
que atañen al mundo del alcohol. No se trata de alcoholismo como tal, sino más
bien de gustos. ¿Por qué a algunas personas les gusta el vino y no la cerveza,
o viceversa? Bien, pues tenemos la respuesta: la genética.
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Vino o cerveza |
Estudio
Unos investigadores de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, se han hecho esta pregunta. ¿Tiene algo que ver o es mera casualidad? Lo cierto es que es
curioso por qué a algunas personas no les gustan determinados sabores, como la
amargura de la cerveza, o la dulzura del vino. Y, en un gran porcentaje de la
población, solamente se deciden por uno de estos dos. Y, para llegar a una
conclusión, han utilizado a diversos
voluntarios y realizado pruebas variadas.
Genética
La conclusión es que la genética es clave, concretamente se debe a
pequeñas variaciones en el genoma humano,
que aumentan o disminuyen la percepción de determinados sabores de una forma
más intensa.
Experiencia previa
La genética tiene una relevancia
del 80% para estos casos, pero también una serie de detalles más pequeños
como el aprendizaje o el medio en el que
se vive, que marcarán el consumo
y el gusto hacia determinados sabores.
Por ende, esto también se extiende a otros sabores como por
ejemplo el café o el chocolate negro, pero el más destacado es el de la bebidas
alcohólicas.
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Foto Por Cortesía: Clipart
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